miércoles, 5 de mayo de 2010

Fin de semana de pesca en el valle de las omañas


Transcurría la noche del 30 de abril del año de nuestro señor. Y a eso de las 23:30 horas arribábamos a Riello, no sin antes haber parado a hacer acopio de viandas y sangre de toro (por el color, jejejeje, al buen entendedor pocas palabras) en tierras Zamoranas.
Mis acompañantes, ansiosos por hincar el diente a las viandas adquiridas en el camino, apremiaban para llegar a nuestro destino, un pequeño palacete sito en el lugar de Riello, pero el abuelo, “como es costumbre en el”, no podía dejar pasar la oportunidad de saludar al bueno de Manolo, así que, una vez nos hallábamos en Riello, nada mas pasar la iglesia, a la derecha del padre como rezan los libros sagrados, se encuentra el “RINCON DE MANOLO” parecía que nos estaba esperando, ya nos dijo al entrar, “cagüen tal, me zumbaban a mi los oídos y mira tu por donde, quien cojones iba a dar que los de Salamanca llegaban ahora, Rapaz… Vino a mansalva para los recién llegados”.
Habiendo hecho las presentaciones oportunas y los saludos después de un año sin tener contacto con los lugareños, partimos hacia la casa rural, donde nos aguardaban otros 5 cabestros más. (Vaya piara)

Rondaban las 4 de la mañana cuando decidimos acostarnos, yo ya sabia que este año libraba el bolo, ya que la merluza me acompañaba a mis aposentos y además de las buenas de pincho, de las del Cantábrico jejejeje.

A la mañana siguiente, Todo eran prisas, carreras, voces, desconcierto, hay que llegar al rio YA, “dejarme quitar las lagañas, uffffffffff, me duele el cabezo, necesito Acido Cetil Salicílico, café, aguardiente y luego ya me contáis.” Pues nada, no hubo cojones, al río de cabeza”.

Nos tocaba pescar Rioseco, una vez en el río que por cierto venia espléndido, nos repartimos a lo largo del mismo, yo solo pedía una premisa, ¡¡ a mí dejarme donde queráis, pero que haya un pueblo con bar a 2 minutos andando!!.

Tras vestirnos de vikingos, todos al río, pero uno, solo uno, opto por la decisión mas sabía, ¡¡ señora me pone un café cortado un chupito de aguardiente y si tiene una aspirina la como a besos! , en efecto, cuatro besos tuvieron la culpa ya que me tomé dos cuhupitos y una aspirina de esas grandes efervescentes.

A los 20 minutos estaba en la orilla del Río Luna, los míos ya habían desaparecido río arriba. Haciendo caso a un Cántabro con mucha Barba.

La jornada transcurrió bien, la mañana fue generosa en truchas, todas pequeñas, tan solo puede ver un pepino y dijo que no quería mis moscas, la tarde fue pésima todo hay que decirlo, tan solo puede marcar una trucha.

El domingo pescamos la Omaña, venía impresionante, un torrente de agua que asustaba, fría y rápida, aun así decidimos pescarlo, casi desde los prados colindantes, pero nos pusimos a ello, la verdad, es que solo fui capaz de marcar dos truchas pero con un cantito en los dientes
Gracias leon por los buenos ratos




>


No hay comentarios:

DOS HUCHOS DEL TORMES

DOS HUCHOS DEL TORMES
LOS PILLAMOS CON RAPALA

ELDELGORRONEGRO

ELDELGORRONEGRO
A tu boda y al río, jamas llegues tarde

Estadisticas